Por el Dr. Jorge Thierer
¿Mejora la evolución de los pacientes con fibrilación auricular al combatir la obesidad y el sedentarismo?
Abed HS, Wittert GA, Leong DP, Shirazi MG, Bahrami B, Middeldorp ME, et al. Effect of weight reduction and cardiometabolic risk factor management on symptom burden and severity in patients with atrial fibrillation: a randomized clinical trial.
JAMA 2013;310:2050-60. http://doi.org/qqs
La obesidad se vincula con la incidencia y prevalencia de fibrilación auricular (FA) a través de diferentes mecanismos: fenómenos hemodinámicos y disfunción diastólica con inducción de agrandamiento de las aurículas, estado proinflamatorio, activación neurohormonal. ¿Será un programa de reducción de peso y manejo de factores de riesgo capaz de disminuir la carga de FA en pacientes con sobrepeso u obesos?
Pacientes con historia de FA paroxística o persistente (en ritmo sinusal en el momento de la inclusión), índice de masa corporal (IMC) mayor de 27 y perímetro de cintura mayor de 100 cm en los hombres y de 90 cm en las mujeres, fueron asignados aleatoriamente a un programa de pérdida de peso o un grupo control. En los primeros 2 meses los pacientes del grupo intervención recibieron una dieta de 800 a 1.200 kcal diarias en base fundamentalmente a preparados especiales, reemplazados paulatinamente en los meses siguientes por comidas de bajo índice glucémico y ricas en proteínas. Al mismo tiempo se les indicó actividad física con caminata o bicicleta de 20 minutos 3 veces por semana con aumento progresivo hasta 45 minutos la misma cantidad de veces. El grupo control recibió simplemente consejo nutricional y de ejercicio. El punto final primario fue la carga de síntomas de FA evaluada en base a una escala que considera tres dominios: frecuencia y duración de los episodios y gravedad global de estos. Fueron puntos finales secundarios la carga de FA evaluada en Holter de 7 días, y en el ecocardiograma el área de la aurícula izquierda y el espesor de la pared del ventrículo izquierdo. Los médicos participantes del estudio (excepto los vinculados con el consejo o la intervención dietética) fueron ciegos al grupo adjudicado.
Fueron incluidos 75 pacientes en cada grupo, con edad media cercana a los 60 años, el 67% hombres y con un IMC medio de 33,3. La proporción de pacientes con tratamiento antiarrítmico fue similar: 92% en el grupo intervención, 97% en el control. La mediana de seguimiento fue de 15 meses, al cabo de los cuales solo quedaban 42 pacientes en el grupo intervención y 39 en el control. De los 69 que abandonaron el estudio antes de los 15 meses, 23 lo hicieron por ser sometidos a ablación de la FA. Si bien en ambos grupos hubo reducción del peso, la caída fue mucho mayor en el grupo intervención (caída del IMC de 5,6 vs. 1,3; p < 0,001). Hubo disminución algo mayor de la tensión arterial (con reducción paralela del tratamiento farmacológico), del consumo de alcohol y de valores de triglicéridos en los pacientes del grupo intervención. Paralelamente en ellos fue más marcada la caída del área auricular izquierda y del espesor parietal, junto con una mejoría sustancial en la escala de gravedad de la FA y con los cambios que evidenció el Holter a los 12 meses: reducción del tiempo de FA de 1.176 a 491 minutos en el grupo intervención, frente a un aumento de 1.393 a 1.546 en el control.
Los mecanismos responsables de los hallazgos citados son potencialmente varios: mayor reducción de la tensión arterial, volumen auricular e hipertrofia, disminución del consumo de alcohol, etc. Todos ellos pueden contribuir a limitar la presencia de FA. En este sentido, este estudio es novedoso al demostrar que medidas no farmacológicas ni invasivas pueden ser altamente eficientes y podrían llegar a hacer innecesarias medidas de mayor costo y riesgo. Es una limitación la caída importante en el número de participantes en un corto tiempo de seguimiento: sabemos que medidas intensivas como estas muchas veces son difíciles de sostener en el tiempo.